Nacida en Nueva York, de padres puertorriqueños, Gisselle se inició en el arte a temprana edad. A los 15 años comenzó a bailar en la Academia de Ita Medina. Su pasión por el baile la llevó poco después, a participar en importantes eventos en el Centro de Bellas Artes, el escenario artístico de mayor renombre en San Juan, Puerto Rico. El musical "El diluvio que viene" y las presentaciones del grupo Menudo en este prestigioso centro artístico le abrieron las puertas del mágico mundo del espectáculo, permitiéndole saborear la emoción del quehacer artístico y descubrir en él su futuro.
La disciplina del baile la llevó además a la televisión a programas como "Super sábados" y "El show de las 12" en los que Gisselle experimentó una nueva faceta del arte.
Respaldada por estas vivencias, Gisselle se inclinó hacia la música. Sus primeras experiencias en la tarima fueron como integrante del grupo Kaviar, una orquesta femenina de merengue en la que Gisselle se destacó por su talento y versatilidad. Durante año y medio se desempeñó en esta agrupación recorriendo la isla y disfrutando del contacto directo con el público.
Punto G fue el siguiente paso en la carrera de esta talentosa joven que comenzó a finales del 1991 y culminó en el 1993. Precisamente fue con el grupo que conoció el éxito en el género de la balada, trascendiendo radialmente en Puerto Rico y Miami con interpretaciones como "La mala" y "La amante". Su clara voz, su fuerza y su carisma la llevaron a ganarse el reconocimiento del público puertorriqueño.
El camino ya estaba trazado, lo que hizo que Gisselle debutara finalmente como solista bajo el sello BMG.
En 1995 Bonny Cepeda le produjo su primer compacto, el cual consiguió éxitos como "Perfume de mujer en tu camisa" y "Pesadilla". Con Discos de Oro y Platino, su debut como solista le merecieron los premios Paoli, Farándula y Tu Música.
Un año más tarde, Gisselle logró llevar su producción "A que vuelve" a primeros lugares de la sintonía radial. Reafirmándose como una de las voces recias del merengue, la joven intérprete logró sobrepasar las 200,000 unidades en ventas con su segunda producción como solista.
"Quiero estar contigo" procedió su cadena de éxitos en el mundo discográfico. Ocupando primeros lugares en las listas latinas de la revista Billboard, su tercera producción para BMG produjo un gigantesco éxito para la artista. Su interpretación a dúo con el dominicano Sergio Vargas, del tema de Juan Gabriel "Perdóname, olvídalo", en versión de merengue, se convirtió en un nuevo acierto de su repertorio.
Ante el éxito de Gisselle y Sergio Vargas, un nuevo disco los unió en el firmamento popular: "Juntos". Con él, ambos intérpretes trascendieron las ondas radiales y se presentaron ante más de 175,000 personas en espectáculos presentados en Puerto Rico y Panamá.
En las postrimerías de la década de los 90, el álbum "Atada" repitió para Gisselle la trayectoria exitosa de sus anteriores producciones. Esta grabación le mereció una nominación al Grammy en la nueva categoría de merengue. Y aunque la presea le fue otorgada a su compatriota Elvis Crespo, la nominación al Grammy confirmó su peso en la industria.
Gisselle conquistó el aplauso de la multitud que colmó en 199 el Festival Internacional de la Bahía, en San Juan. Con sus interpretaciones y su efectivo montaje , la prensa especializada que año tras año cubre el espectáculo artístico proclamó a Gisselle como "Reina indiscutible de la Bahía".
En el verano de 2000 la joven cantante sorprendió a todos con el lanzamiento de su nueva producción musical, "Voy a enamorarte". En ella, la popular artista comprobó su versatilidad interpretativa grabando baladas y bachatas. De hecho, el tema "Júrame", editado en versión de merengue y en balada, fue uno de los temas más vendidos del verano en Puerto Rico.
Un año más tarde la cantante debutó en teatro protagonizando la obra “El bombón de Elena” que produjo la compañía Teatro del Sesenta. Giselle pasó su prueba de fuego contando con la aprobación de la crítica especializada.
En 2002 la artista logró una tercera nominación al Grammy por el disco “8”. Sin embargo, justo cuando recibía la noticia de la nominación, Gisselle daba los últimos toques de una nueva producción que, bajo el título “En alma, cuerpo y corazón”, marcaba su salto del merengue al género pop. En este último la artista logró amplia difusión en las ondas con los temas “Márchate”, “Atada” y “Sin aire”. Pero su regreso al merengue fue inevitable. Así, en 2004, la cantante retomó el cadencioso género merenguero para lanzar una nueva grabación titulada “Contra la marea” bajo el sello Universal.
En el interín, Gisselle encabezó una campaña publicitaria para la marca cervecera Budlight, realizando comerciales en Brasil, Puerto Rico y Miami. Simultáneamente la cantante incursionó nuevamente en teatro participando en la reposición de la obra “La verdadera historia de Pedro Navaja”. En la misma compartió estelares con primeras figuras nacionales como Gilberto Santa Rosa y Yolandita Monge.
La disciplina del baile la llevó además a la televisión a programas como "Super sábados" y "El show de las 12" en los que Gisselle experimentó una nueva faceta del arte.
Respaldada por estas vivencias, Gisselle se inclinó hacia la música. Sus primeras experiencias en la tarima fueron como integrante del grupo Kaviar, una orquesta femenina de merengue en la que Gisselle se destacó por su talento y versatilidad. Durante año y medio se desempeñó en esta agrupación recorriendo la isla y disfrutando del contacto directo con el público.
Punto G fue el siguiente paso en la carrera de esta talentosa joven que comenzó a finales del 1991 y culminó en el 1993. Precisamente fue con el grupo que conoció el éxito en el género de la balada, trascendiendo radialmente en Puerto Rico y Miami con interpretaciones como "La mala" y "La amante". Su clara voz, su fuerza y su carisma la llevaron a ganarse el reconocimiento del público puertorriqueño.
El camino ya estaba trazado, lo que hizo que Gisselle debutara finalmente como solista bajo el sello BMG.
En 1995 Bonny Cepeda le produjo su primer compacto, el cual consiguió éxitos como "Perfume de mujer en tu camisa" y "Pesadilla". Con Discos de Oro y Platino, su debut como solista le merecieron los premios Paoli, Farándula y Tu Música.
Un año más tarde, Gisselle logró llevar su producción "A que vuelve" a primeros lugares de la sintonía radial. Reafirmándose como una de las voces recias del merengue, la joven intérprete logró sobrepasar las 200,000 unidades en ventas con su segunda producción como solista.
"Quiero estar contigo" procedió su cadena de éxitos en el mundo discográfico. Ocupando primeros lugares en las listas latinas de la revista Billboard, su tercera producción para BMG produjo un gigantesco éxito para la artista. Su interpretación a dúo con el dominicano Sergio Vargas, del tema de Juan Gabriel "Perdóname, olvídalo", en versión de merengue, se convirtió en un nuevo acierto de su repertorio.
Ante el éxito de Gisselle y Sergio Vargas, un nuevo disco los unió en el firmamento popular: "Juntos". Con él, ambos intérpretes trascendieron las ondas radiales y se presentaron ante más de 175,000 personas en espectáculos presentados en Puerto Rico y Panamá.
En las postrimerías de la década de los 90, el álbum "Atada" repitió para Gisselle la trayectoria exitosa de sus anteriores producciones. Esta grabación le mereció una nominación al Grammy en la nueva categoría de merengue. Y aunque la presea le fue otorgada a su compatriota Elvis Crespo, la nominación al Grammy confirmó su peso en la industria.
Gisselle conquistó el aplauso de la multitud que colmó en 199 el Festival Internacional de la Bahía, en San Juan. Con sus interpretaciones y su efectivo montaje , la prensa especializada que año tras año cubre el espectáculo artístico proclamó a Gisselle como "Reina indiscutible de la Bahía".
En el verano de 2000 la joven cantante sorprendió a todos con el lanzamiento de su nueva producción musical, "Voy a enamorarte". En ella, la popular artista comprobó su versatilidad interpretativa grabando baladas y bachatas. De hecho, el tema "Júrame", editado en versión de merengue y en balada, fue uno de los temas más vendidos del verano en Puerto Rico.
Un año más tarde la cantante debutó en teatro protagonizando la obra “El bombón de Elena” que produjo la compañía Teatro del Sesenta. Giselle pasó su prueba de fuego contando con la aprobación de la crítica especializada.
En 2002 la artista logró una tercera nominación al Grammy por el disco “8”. Sin embargo, justo cuando recibía la noticia de la nominación, Gisselle daba los últimos toques de una nueva producción que, bajo el título “En alma, cuerpo y corazón”, marcaba su salto del merengue al género pop. En este último la artista logró amplia difusión en las ondas con los temas “Márchate”, “Atada” y “Sin aire”. Pero su regreso al merengue fue inevitable. Así, en 2004, la cantante retomó el cadencioso género merenguero para lanzar una nueva grabación titulada “Contra la marea” bajo el sello Universal.
En el interín, Gisselle encabezó una campaña publicitaria para la marca cervecera Budlight, realizando comerciales en Brasil, Puerto Rico y Miami. Simultáneamente la cantante incursionó nuevamente en teatro participando en la reposición de la obra “La verdadera historia de Pedro Navaja”. En la misma compartió estelares con primeras figuras nacionales como Gilberto Santa Rosa y Yolandita Monge.
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